Después de haber sido cagado muy abundantemente
  por las gigantescas aves enfrentó a los macroinsectos para no perder
  la costumbre de la grandilocuencia. Y una breve constelación engendró este
  sol enano extrañamente dinámico y luminoso, si de él
  algo pudiera decirse. Un pequeño y sólido soldado entretejido
  con la estructura invisible de otro cielo, este niño alquímico,
  este minúsculo capitán de la guardia del Emperador, es más
  parecido a una piedra que a cualquier otra cosa.
 
 
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